Para muchas mujeres la menstruación es solo una molesta o incomodidad. Para otras este proceso está acompañado por dolor severo que afecta el ritmo normal de sus vidas. Nos referimos a mujeres que padecen de endometriosis, condición caracterizada por dolor crónico abdominal, dismenorrea (menstruación dolorosa), dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales), y posiblemente infertilidad.
En Estados Unidos se estima que 5 millones de mujeres sufren de endometriosis, de las cuáles un 40% son infértiles.
En un estudio realizado en Puerto Rico se determinó una prevalencia de 5%, es decir, una de cada 25 mujeres en edad reproductiva.
No existen pruebas de sangre específicas para el diagnóstico de la endometriosis y la única manera para diagnosticarla es mediante una intervención quirúrgica como la laparoscopía.
Durante este procedimiento, se hace una pequeña incisión en el abdomen y se inserta un tubo con un lente por el cual el ginecólogo puede observar donde se encuentran los implantes de endometriosis y cuán severa es la condición.
Debido a la falta de una prueba diagnóstica en sangre específica, y a la necesidad de un procedimiento invasivo para hacer el diagnóstico, pensamos que la endometriosis es mucho más común de lo que se ha reportado. No se sabe qué causa la endometriosis, pero factores genéticos, inmunológicos y ambientales juegan un rol importante en el desarrollo de esta enfermedad.
La teoría genética se basa en la observación de que mujeres que tienen una hermana con endometriosis tienen un riesgo mucho mayor de contraer la enfermedad que mujeres que no tienen ningún familiar afectado.
Tratamientos con efectividad
La endometriosis no tiene una cura definitiva, pero existen varias estrategias de tratamiento que ayudan a aliviar los síntomas. Estos medicamentos previenen la menstruación, evitando así que los implantes sangren y que se produzca la infamación.
Los tratamientos disponibles disminuyen los niveles de estrógeno en el cuerpo —simulando un estado de embarazo o de menopausia— y así logran que los implantes de endometriosis dejen de crecer y se atrofien.
Además, durante la laparoscopía el ginecólogo “quema” las lesiones de endometriosis visibles lo cual disminuye significativamente el dolor.
Usualmente los ginecólogo/as recomiendan un tratamiento combinado, es decir laparoscopía seguido de seis meses de tratamiento hormonal. Su ginecólogo/a podrá informarle acerca del tratamiento más favorable para usted. La selección de la terapia depende de la severidad de los síntomas, la localización y extensión de los implantes, el deseo de quedar embarazada, y la edad de la paciente.
Aunque los tratamientos actualmente disponibles pueden tener efectos secundarios, estos pueden ser minimizados mediante la utilización de terapia de reemplazo hormonal.
La medicina complementaria ofrece varias alternativas para el alivio de los síntomas de la endometriosis. Se sabe que cambios en estilos de vida como comenzar un programa de ejercicios, dormir lo suficiente, o comer saludablemente ayudan al cuerpo a combatir el dolor.
Además, muchas pacientes con endometriosis han tratado varias modalidades de la medicina alternativa, incluyendo acupuntura, homeópata, medicina tradicional china, yoga o meditación, además de remedios naturales como suplementos de vitaminas y hierbas, para aliviar el dolor y la infamación.
Grupos de apoyo
Es recomendable participar en grupos de apoyo. En estos grupos conocerás a otras mujeres que entienden exactamente lo que sientes. Allí podrás expresarte y desahogar tus frustraciones mientras aprendes qué cosas les ha funcionado a otras pacientes. Por lo que invitamos a las pacientes, familiares, parejas y amigos a unirse a nuestro grupo de Facebook Endometriosis Panamá y pueden seguirnos en Twiter en @EndometriosisPA, administrados por Mercedes Valdés de Poveda.
Información gracias a: http://www.medicamagazine.com/cuerpo-activo/ginecologia/cuando-la-menstruacion-es-mas-que-una-molestia-2/