Sara Arellano / SUMEDICO
21 de mayo de 2013
Quienes acuden con un psicólogo o terapeuta, han logrado encontrar qué necesitan cambiar en su vida y que requieren ayuda para lograrlo.
Ir al psicólogo en ocasiones puede verse estigmatizado como un especialista que consulta a personas con enfermedades mentales, o un experto que atiende a las élites por lo costoso de sus servicios, sin embargo esto es totalmente falso, indicó en entrevista la terapeuta, Aída Malfavón.
De acuerdo con la experta, en realidad un psicólogo es una persona que tiene la capacidad de ser empático al hablar con el paciente, “para que la persona sienta confianza y seguridad y se abra para contar sus problemas y vivencias, a la vez que el paciente no se siente enjuiciado, aconsejado, ni que se están entrometiendo en su vida, y esto le permite exponer su interior y encontrar sus respuestas”.
Malfavón explicó que cuando inició el psicoanálisis, fue que las personas lo tomaron como símbolo de estatus, “al ser muy caras sus consultas solo podían ir quienes tenían el poder adquisitivo para pagarlas, pero la terapia en realidad no tiene porqué ser tan cara hoy en día, hay muchas corrientes y las personas pueden leer sobre todas ellas para ver cuál es la que se apega a su situación y con la que mejor concuerden”.
El miedo a tener una enfermedad mental fue otro de los factores que Malfavón señaló como un tabú para acudir a consulta psicológica, “las personas temían ser llamadas locas o ser transferidas a un hospital, que es a donde ingresaban aquellos que presentaban anomalías neurológicas”.
Todos son candidatos al psicólogo
La terapeuta señaló que todas las personas son candidatos para acudir al psicólogo, lo importante es saber detectar cuando ir para prevenir y cuando para resolver algo con lo que ya no podemos vivir bien.
“La vida está llena de situaciones difíciles, pero algunas son recurrentes o cada día se complican más, y cuando comienzo a sentirme inmerso en mi muégano de emociones que no tiene una salida, mi condición de vida se ve alterada es cuando me doy cuenta que no puedo porque no logro salir sin importar lo que haga o cuando ya me siento con un vacío existencial, es cuando sé que debo consultar a un terapeuta”, señaló Aída.
Según la terapeuta, lo más complicado es acudir la primera vez, luego, la persona puede darse cuenta y prevenir estados emocionales frustrantes, porque se ha dado cuenta que la conciencia o el valor para pedir ayuda, es una herramienta que va a permitir la apertura del ser, para sentir lo que produce dolor o malestar, “y resolver el problema hoy por hoy, con la persona que soy en este momento”.
Malfavón indicó que el consejo más importante que puede dar es “reconocer que no podemos solos que hay una situación que nos alcanza, tener el valor de pedir o solicitar apoyo, revisión de las escuelas de psicoterapia y buscar el perfil del experto que necesitamos”.
Luego pasar por el proceso de entrevista para conocer al experto y desarrollar la empatía y la confianza necesaria, para exponer sus sentimientos.
No pensar jamás que se tiene una enfermedad mental, o que se está mal de la cabeza, porque “acudir a terapia es un proceso que nos ayudará a crecer como personas, que individualmente nos nutramos de pensamientos positivos, entendamos nuestra historia y sanarnos a nosotros mismos, la terapia justo es el caldo de cultivo para que esto ocurra”.
Finalmente mencionó que es importante darse la oportunidad de sanar su corazón, porque cuando hay algo mal, solo se afectan a sí mismos y a quienes los rodean, “al ir con el terapeuta nos permite crecer y sanar, para tener una vida sin dolores ni rencores ni resentimientos que se cargan toda la vida hasta dejar de existir”.
Información gracias a: http://www.sumedico.com/nota15358.html